domingo, 25 de marzo de 2012

Sillonbol


Como buen aficionado a los deportes he de reconocer que las sensaciones de vivir un evento en directo son totalmente únicas, de esas que se te graban siempre en la memoria. Sin embargo, como profesional del medio, también he de reconocer que algunos deportes no sólo ganan, si no que incluso su relevancia actual se debería en buena parte a las espectaculares retransmisiones televisivas. Lo explico.

Un control de Messi... y parece taaan fácil
Fútbol, baloncesto, casi todas las modalidades atletismo o el tenis, son deportes que se disfrutan en los estadios, pabellones o pistas, pero que a través de la televisión se perciben de una manera bien distinta. Los regates de Messi o las faltas lanzadas por Cristiano Ronaldo son acciones que captadas desde prácticamente cualquier ángulo posible adquieren una nueva dimensión. Gracias a esas imágenes podemos admirar los gestos técnicos de estos deportistas de élite, los mejores del mundo en lo suyo. En alta definición las repeticiones en superslow (superlentas) dan escalofríos. La entrada de Usain Bolt en los 100 metros lisos, el salto de Isinbayena, las entradas a canasta de Kobe Bryant o Lebron James... o las estiradas, reveses o paralelos de los mejores tenistas del mundo en cualquiera de los torneos del Grand Slam.


El mejor ejemplo es verlo. Estas son algunas cámaras superlentas del primer 'grande' de la temporada tenística: el Abierto de Australia.




Y si hay deportes que se enriquecen (no, no se cuecen... se enriquecen), hay otros que disparan su impacto. Creo que los ejemplos más evidentes son los mundiales de Motociclismo, Fórmula 1 y cualquier retransmisión de ciclismo.


El F2012 también necesita mejorar en HD
Porque sí, has que no estás en el circuito no sabes cómo suena y como huele la fórmula 1, pero también es posible de que no te enteres de nada de lo que suceda en la pista... aunque la retransmisión televisiva siempre se proyecta en unas enormes pantallas frente a las tribunas. Algo muy parecido ocurre con las motos. La pasión es la pasión y, como señalé al comienzo, nada puede compararse con la experiencia in situ, del directo. Pero estos deportes, por su complejidad, desde la plataforma televisiva se nos proporciona un torrente de información, datos y comparativas. Desde los cronos por vuelta y sector, tipos de neumático, previsiones meteorológicas... y por supuesto los adelantamientos y accidentes que se escenifican sobre el asfalto para disfrute del espectador. Los detalles que nos proporcionan las hasta tres cámaras que llevan instalados los monoplazas y desde esta temporada, alguno de los pilotos en sus cascos, también nos arrojan perspectivas únicas de las carreras y las sesiones de entrenamientos.


Otro ejemplo de cómo la alta definición casi nos mete a los deportistas en el salón de casa. Así promociona la cadena británica Sky Sports, el mundial de Fórmula 1 y sus emisiones en HD...


Porque tener la opción de ver el deporte en HD, en alta definición es duplicar la experiencia televisiva. En este aspecto, tanto TV3 como TPA, que emiten en España la Fórmula 1, ofrecen la emisión en HD, pero con un ancho de banda muy superior al de Antena 3. La diferencia de textura y de calidad es muy importante a favor de las autonómicas.


La París-Roubaix, cuidado que mancha
Y el ciclismo, concretamente las carreras que
organiza ASO, los que montan el Tour, Paris-Niza, París-Roubaix y desde hace un par de años también la Vuelta a España. Ver en vivo
el ciclismo es complicado. En la meta están los que pasaban por allí o los familiares de los ciclistas. En las cunetas todos los demás, claro, salvo los que ven la carrera desde el balcón o la puerta de casa. Pero es complicado ver la carrera así. Ciclistas los ves, los ves pasar y hasta te pueden dar un
coscorrón (quería decir ostia), con toda razón, si les tocas las narices en una rampa de apreciable desnivel. Para ver la carrera, para disfrutar del ciclismo como espectador, lo mejor sigue siendo la tele, no cabe duda alguna. Los amigos de la realización francesa son ya unos auténticos expertos en ello, no se les escapa nada, o casi nada nunca. La narración audiovisual es perfecta, si se tuviera una hoja con los dorsales de todos los corredores yo diría que los comentaristas y narradores incluso podrían sobrar...


Pero en el ciclismo, en el Tour hay un elemento que me deja sin habla... el helicóptero. En la grande boucle los planos aéreos son absolutamente brutales. Ese plano de la recta con el cambio de rasante que el helicopetro capta desde la cola del pelotón... esa secuencia en paralelo al gran grupo, sobrevolando los campos de girasoles... esa subida de los favoritos, tomada desde el vacío, en plena ladera del puerto que ha de decidir la carrera.


El ciclismo y la televisión nacieron por separado, pero en cuanto supieron el uno de otro... podríamos decir que más que un flechazo, fue un amor a primera vista.  Ejemplo, este montaje musical para cerrar la emisión del pasado Tour en el canal británico ITV4...



En muchos de esos deportes, los enemigos no son los elementos meteorológicos que puedan entorpecer la retransmisión. No me tengo que ir muy lejos. Mi padre es un verdadero fanático de los deportes, pero estoy seguro de que el 40% de las llegadas de los Tour de Francia de los últimos 20 años no ha podido verlas. Todo lo más ha llegado al podio. Y es que la siesta es un enemigo al que el deporte, a primera hora de la tarde, todavía no sabe como derrotar.


Y luego están el curling, los dardos o el snooker (lo que para mí es el billar de toda la vida, hasta que conocí a algún fanático de Ronnie O'Sullivan, que viene a ser el Federer de la bola 8...), que gracias a la televisión, concretamente a Eurosport, son también referencias televisivas en lo deportivo. Yo he de reconocer que el curling tiene en mí un efecto hipno-relajante, al menos por la tele, desde el sofá. Ese es un deporte por el que, de verdad, no salgo de casa a pasar frío, mucho menos si me pasan en superslow cómo se desliza la piedra. 


!!Que viva el sillonbol!!

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